Afrodita, diosa del amor
Afrodita, diosa del amor, simbolizó en su día la total apertura hacia el amor, un amor que representa un encuentro tanto emocional como físico.
Afrodita es una diosa alquímica, lo que significa que es capaz de transformar la energía de libertad y autonomía de las diosas vírgenes en la energía pasional del resto de las diosas.
No sólo es una inspiración para la apertura hacia un amor sensual, sino que crea una energía profunda e intensa de cambio y transformación creativa.
Esta diosa representa una mirada consciente y respetuosa hacia una misma. Expresa la apertura hacia relaciones emocionales y de pareja positivas y equilibradas. Permite una apertura al amor hacia la realidad y hacia los demás desde el equilibrio que supone el amor hacia una/o misma/o.
Afrodita escoge sus encuentros amorosos y sensuales desde el amor a ella misma, sin imposiciones, obligaciones o chantajes emocionales. Siempre, desde la libertad de elección.
La energía de esta diosa alquímica representa el amor, la belleza, la sensualidad y la fertilidad, la creatividad, la risa y la levedad.
Lo más bonito de la energía que mueve e inspira esta diosa, es que es una energía femenina más libre y salvaje. Afrodita no puede convivir en una sociedad conservadora, represora o rígida. Su energía es demasiado creativa e intensa para estas circunstancias.
Desde Ananke, queríamos crear un perfume inspirado en esta diosa para poder reconocer esta maravillosa energía. Y así, el aroma de la tuberosa, con sus notas intensamente florales, voluptuosas, blancas, narcóticas, dulces y tremendamente envolventes, han dado vida a esta creación. Nuestro perfume Afrodita te ayudará a conectar con esta energía de sensualidad, creatividad y renacimiento interior.
MITOLOGIA
Existen diferentes versiones sobre el nacimiento de Afrodita. La primera, relata el nacimiento de Afrodita como hija del amor entre Zeus y Dione, compañera de Zeus antes que Hera.
La segunda, y mucho más popular, relata su nacimiento y creación como fruto de la mezcla de sangre de Urano y espuma de mar. Esta versión ha sido representada de forma magistral por Boticelli. La mítica y simbólica imagen de Afrodita surgiendo de la concha de mar en todo su esplendor, sin censuras ni tapujos, representando la pasión, el sexo, la creatividad, el amor y la autoestima.
A nivel simbólico, la concha representa un renacer donde el ego deja paso a un auténtico yo, con un carácter más sencillo y humilde y una apertura total hacia el amor. Pero, además, el simbolismo del agua en el nacimiento de esta diosa es también muy importante, pues el agua representa el mundo interior de los sentimientos, el inconsciente.
Así, Afrodita nace ya adulta, representando la regeneración y el amor sin barreras. El sentimiento del amor que todo lo puede.
Afrodita es una de las doncellas divinas junto con Hécate, Atenea y Artemisa. Ellas representan una energía totalmente diferente de las de las diosas madres como por ejemplo Hera, esposa de Zeus.
El arquetipo de esta diosa es universal y atemporal. En la antigua Sumeria fue representada por Inanna (diosa del amor y de la guerra), en Babilonia por la diosa Ishtar, en Fenicia por la diosa Astarté, y en Egipto por la gran diosa Isis.
Su simbolismo como diosa alquímica nos ayuda a comprender lo que supone la transformación interior a través del amor.
Afrodita genera una química especial que no sólo tiene que ver con el amor y la sensualidad, se centra también en un proceso de regeneración o transformación (en un sentido más alquímico), que nace de la unión amorosa entre mente, corazón y espíritu.
Explora, reconoce, y disfruta esta energía. La vida te está esperando.
Bibliografía: Jean Shenoda Bolen, Las Diosas de cada mujer
Hay 1 comentario
Add yours